Ayer dejamos
contratado un tuk - tuk de la calle para que nos lleve al aeropuerto por 5 $. La cuestión sera ,aparecerá…
Hoy tenemos
un vuelo a las 9:45 rumbo a Koh Samui, hacemos una breve escala en Bangkok de
una hora. Supuestamente llegaremos A Koh Samui sobre la 13:00, esto es la
teoría.
Nosotros
hemos quedado a las 8:00 de la mañana con el tuk-tuk en la calle que esta enfrente del
hotel. Nos gusta ir con tiempo, el aeropuerto estará a unos 25 minutos más o
menos.
Salimos a la
calle y allí esta nuestro tuk-tuk esperándonos, ¡Bien!, ha cumplido. Ponemos
las mochilas y la maleta como podemos y rumbo al aeropuerto. Nos da nostalgia
irnos de Siem Reap. Con lo bien que nos lo hemos pasado.
Mientras
vamos camino del aeropuerto vamos fijándonos en todo, guardando en la retina
cualquier detalle, en las calles, gente, todo lo que podamos fijarnos.
Hemos
llegado al aeropuerto de una pieza...mirar imagen .Sin problemas y nos despedimos del tuk-tuk.
Hoy si que
nos vamos a fijar bien en todo, y estaremos bien atentos, para no pasar los
apuros de Laos, que casi perdemos el avión, je,je.
Para matar
el tiempo yo me voy de fisgoneo por las tiendas. Dani está sentado, aprovecha
para leer ,que está enganchado a Juego de Tronos.
Montamos en
el avión ,volamos con Bangkok Airways. El avión es pequeño, en una hora y quince minutos nos plantaremos en Bangkok.
Hemos llegado puntuales y sin perder tiempo, que tenemos una hora de escala vamos a por el siguiente vuelo.
Tras pasar
los controles pertinentes ,ya estamos preparados para ir a la playa J.
Ya tengo
ganas de ir a la playita, solo de pensarlo…
¡Venga
despegamos!, que Koh Samui nos espera. El vuelo es de apenas una hora y cuando
nos queremos dar cuenta ya estamos viendo la isla.En el 2007 que estuvimos en Tailandia no hicimos playa, es una espina que nos sacaremos ahora.
El vuelo ha
sido perfecto, nos montan en una especie de tren y nos llevan a la terminal. El aeropuerto es
singular como cabañitas, y en una de ellas está la cinta para recoger el
equipaje.
Tras una
espera, salen por fin nuestras maletas y vamos a la salida que nos estarán
esperando los del hotel.
El hotel que
hemos elegido para nuestra estancia en Koh Samui ha sido un regalo que nos
hemos querido dar , por ser muy buenos los dos J ...
Es el hotel más caro que nos hemos alojado con creces.
Es el hotel más caro que nos hemos alojado con creces.
El hotel son
villas particulares que están en lo alto de una colina. El elegido para nuestro
regalo es Sandalwood
Luxury Villas.
Alli nos
están esperando con un cartel en un todo terreno. Nos cogen el equipaje y vamos a
nuestra villa.
De camino,
observamos que aquí todo el mundo se mueve en ciclomotor. Es curioso la
gasolina la venden en botellas de cristal en puestos.
No tardamos
mucho en llegar y no me extraña que tengan un 4x4 , porque no veáis la pendiente que
tenemos para llegar a la villas.
Llegamos
,todo son sonrisas, nos dan unos cócteles de bienvenida. Tienen un cartel anunciando nuestra llegada y dándonos la bienvenida. Nos explican cómo
funcionan los servicios del hotel.
Todos los
días a las 11:00 de la mañana nos llevan a la playa que queramos Lamay o
Chaveng. Nos recogen a las 17:00 de la tarde. Si queremos ir o regresar a otra
hora el coste es de 400 Bath los dos. Para ello disponemos de un móvil que nos deja el
hotel mientras dure nuestra estancia.
Bajando la
pendiente tenemos una playa, la playa se llama Coral Beach. A esta playa te bajan y suben cuando quieras
gratis.
Disponemos de un capazo y toallas y crema de sol para
llevar a la playa.
La recepción
es preciosa ya tengo ganas de ver nuestra villa Malee.
Como ya os
hemos dicho , esto es un regalo que nos hemos querido hacer. Para Koh Samui
queríamos algo especial e intimo, y no un mega resort de 5 estrellas. Nosotros optamos
por estas villas de lujo.
Vimos que
tenían una oferta de un paquete romántico de
4 noches. Que nos incluía el desayuno, transfer al aeropuerto i/v,
checking tarde, una cena romántica, una
sesión de masaje gratuita ,cesta de frutas y bombones…
También nos
han comentado que por 100 bath nos traen la cena a la habitación.
A nosotros
nos recomendó la chica del hotel en su día la villa Malee que era la más intima de las villas libres que teniamos para nuestras fechas, y tiene también una vistas preciosas.
Pues bien, nos llevan a la villa y nos quedamos con la boca abierta. Dani pellízcame que
esto sí es un regalo.
Tenemos una
cama enorme, y nos la han adornado con orquideas y bombones. La
habitación es grandísima y los techos muy altos. Esto es como un apartamento.
Tenemos cocina, DVD, Tele grande plana.
Baño grande y en
la terraza unas vistas que quitan el hipo con dos tumbonas y el jacuzzi privado.
Que más se puede pedir.
Tenemos una
mesa con un par de sillas que nos van a venir más bien para nuestras
copichuelas nocturnas de ron-cola…je,je.
Aquí os dejo un vídeo:
Ya son las
tres de la tarde y tenemos hambre.
Queremos comer algo rápido para ir cuanto antes a la playa. Viendo la hora que
es nos enfundaremos los bañadores y que nos bajen a Coral Beach.
Miramos la
nevera y tenemos pringles y noodles que se hacen con agua caliente. Como tenemos cafetera calentamos el agua de
beber que nos pone el hotel, y a comer.
Estos
noodles ya los hemos probado en china,.
Y para un apuro están muy bien.
En lo que
estamos comiendo observamos que empieza a soplar el viento y se está
oscureciendo el día.
Me parece a mí
que se avecina tormenta. Así que lo de la playa va a tener que esperar a
mañana. Después de comer pues nos daremos un chapuzón en la piscina.
La lluvia no
se hizo esperar, así que vayámonos al jacuzzi hasta que escampe. Sino para de llover, aquí
uno esta de maravilla.
Cargaremos pilas que falta nos hace... de estos días de
tantos madrugon que nos hemos pegado.
A la noche damos
un breve paseíto para ver las diferentes villas, y optamos por ir a cenar al
restaurante.
Hemos
elegido para cenar un Pad Tahi para cada uno. La
verdad que no lo habíamos probado y esta buenísimo.
Pasta con verduras y gambitas fritas, envueltas con tortilla francesa.
Muy rico todo.
Pasta con verduras y gambitas fritas, envueltas con tortilla francesa.
Muy rico todo.
Después de
esta exquisita cena, nada mejor para terminar la velada que tomarnos un buen
cubata de ron con coca-cola. Admirando las preciosas vistas que tenemos de la
isla iluminada.
Que tranquilad que se respira.
Que tranquilad que se respira.
Nos
despedimos con una sonrisa de lado a lado.
Bye, Bye J.