Hemos
decidido madrugar hoy también ya que es nuestro último día en Praga. Como
despedida hemos optado por ir a ver el Puente Carlos al amanecer.
Los pronósticos meteorológicos para hoy auguran mucho frio y posibles nevadas a partir de las 12:00 de la mañana.
Los pronósticos meteorológicos para hoy auguran mucho frio y posibles nevadas a partir de las 12:00 de la mañana.
Pues creo que el del tiempo hasta ahora no ha fallado ni una, porque realmente es el día que mas frio hace. Veníamos preparados con guantes, gorro y bufanda.
Nos cae algún copo de nieve y todo. En el puente ya hay algún “amante de la fotografía”. Al rato aparece un fotógrafo profesional con 2 ayudantes y un modelo. Le empiezan hacer un reportaje fotográfico. Pose por aquí pose por allá ,masaje y todo para que entre calor. El pobre está congelado con la ropa que lleva , esta mas tieso que la mojama… Lleva una ropa de primavera, le ponen de vez en cuando una chaqueta de lana, pobrecillo lo debe estar pasando mal.
Dani mientras tanto esta a lo suyo, hoy tiene trípode y está en su salsa sacando fotos.Hoy si que nos salen unas fotos muy buenas. El sol está saliendo, una imagen que recordaremos de nuestra estancia en Praga. Mientras las va sacando me las enseña, la verdad que le han salido unas fotazas en mi humilde opinión.
Vamos a levantar el campamento porque me estoy quedando congelada hasta el tuétano…
Ya que estamos nos vamos otra vez a la zona vieja a dar un paseo camino de coger el metro. La cuestión que ha estas hora no se ve ni un alma por la calle.
Finaliza esta pequeña excursión mañanera nos vamos a coger el metro. Tengo que decir que tengo los deditos de los pies congelados…Esto con un buen desayuno se arregla.
Camino
del hotel nos metimos en un súper que tenemos cerca y hacemos unas compras.
Dani ataca la sección cervecera y yo la salchichera…jajaja ,de
postre unos bombones.
Una vez en el hotel vamos entrando poco a poco en calor. Desayunamos relajadamente y vamos haciendo un pequeño balance del viaje. Nuestro planing de hoy es el siguiente. Primero iremos al parque Letna donde se puede ver unas de las mejores panorámicas de la ciudad. Tenemos pendiente subir a la Torre del reloj y también visitar la isla de Kampa. Tenemos también que ver la zona de Nove Mesto.
Como el día está un poco despejado no vamos a perder tiempo y nos vamos andando al Mirador del Parque Letna. Se puede ir andando sin problema, y siguiendo nuestro mapa de la ciudad. Tras subir una cuesta llegamos al mirador.
Merece la pena venir aquí ya que la vista es preciosa. Se pueden observar los puentes de la ciudad y el de venir de los barcos por los ríos.
Aquí hay un bar con mesas y si el tiempo acompaña un buen sitio para tomar algo. Hoy no es el día idóneo para tomar algo aquí ya que hace un frio que pela.
Bajamos tranquilamente la cuesta y nuestra siguiente parada es subir a la torre del reloj antes de que se ponga a nevar. Vamos andando así nos damos un paseo mañanero ya que no tenemos prisa.
Pasamos
por el barrio judío camino de la Plaza de la ciudad vieja. Compramos las
entradas para subir a la torre del reloj. Con la entrada te dan un papelito que
te indica donde hay que ir para subir a la torre.
Son
las 11:45 y apenas faltan 15 minutos para que sean en punto y comience el espectáculo
del reloj. Nos va pillar en plena torre. Las vistas desde la torre son
espectaculares, siento ser repetitiva
pero es lo que hay.
Es un encanto de ciudad , parece salida de un cuento de hadas. Es la hora y multitud de gente se agolpa frente al reloj. Comienza el espectáculo y la gente está expectante frente al reloj. Una vez terminado el punto final sucede en la torre, desde arriba saluda uno con la trompeta en mano a la gente de abajo y toca la trompeta a cada lado de la torre. Esta parte no lo hubiésemos vivido si no nos llega a pillar arriba, así que mejor imposible.
Es un encanto de ciudad , parece salida de un cuento de hadas. Es la hora y multitud de gente se agolpa frente al reloj. Comienza el espectáculo y la gente está expectante frente al reloj. Una vez terminado el punto final sucede en la torre, desde arriba saluda uno con la trompeta en mano a la gente de abajo y toca la trompeta a cada lado de la torre. Esta parte no lo hubiésemos vivido si no nos llega a pillar arriba, así que mejor imposible.
Bajamos
de la torre y nos vamos a visitar los puestos que hay alrededor de la plaza. En
ese momento nos empieza a caer una nevada que nos obliga a sacar los paraguas y
todo. Cae nieve con ganas y nos resguardamos en unos soportales que hay justo
en la plaza. El del tiempo no falla una, este que eche el euro millón que fijo
que acierta.
Tras
unos veinte minutos la nieve cesa y aprovechamos para tomarme un tentempié
mañanero. Un postre muy típico de aquí.
Mi
siguiente adquisición va a ser unos huevos de pascua y para ello observamos
diferentes puestos y compramos 2 cajas de 5 huevos pintados a mano con decoración
navideña. Son para nuestro árbol de navidad y son monísimos. Menos mal que
vienen con una caja especial porque sino esto nos llegan, ya que son huevos
vacios decorados y pintados a mano.
Nos vamos hasta la casa municipal y de allí nos dirigimos otra vez al Puente Carlos para ir a la Isla de Kampa.
Hay mucha gente en el puente, y el trasiego de gente es continuo. Damos un pequeño rodeo para llegar a la Isla de Kampa por la plaza de Mala- Strana.
El barrio de Kampa se ve que aquí se mueve pasta y son casas de alto estanding. Hay coches de lujo aparcados por esta zona. Andando llegamos al denominado muro de John Lenon, aunque ahora es muro grafiteado unos sobre otros perdiendo bastante su nombre. Donde resulta muy difícil dar con alguna imagen de Lenon que lo caracteriza.
Luego dimos con el canal donde los enamorados dejan su amor sellado a modo de candado, creo recordar que este canal no sé si lo llaman el canal del diablo.
Ahora nuestro siguiente destino es la parte de Nove Mesto. Podríamos ir en metro, pero se ve que hoy nos hemos levantado andarines y optamos por ir andando mapa en mano. Esta ciudad es muy manejable y uno se orienta muy fácilmente.
Hacemos una breve parada en el reloj ya que apenas faltaban minutos para dar la hora en punto y porque no verlo otra vez.
Por el camino dimos con una zona de más puestos con venta de todo tipo de recuerdos. Y una vez en la zona de Nove Mesto aquí también había puestos y no nos pudimos resistir a comer una especie de perritos calientes con salchichas de aquí. ¡Jo!, que rica esta, a este paso no comemos.
Entre pitos y gaitas nos vamos liando y la hora de la comida se nos va alejando. Aquí las distancias engañan , y no hay tanta distancia , nos vamos a despedir en el Ufleku.
Viendo la hora que es, esto va ser mas una merienda cena que una comida. Entre rondas de cervezas nos pedimos unos codillos asados que están buenísimos, porque no decirlo. Esta cerveza entra sola, porque apenas tiene gas y no te hincha. Hoy nos hemos controlado un poco y los licores los he dejado para otro día, que son muy peligrosos.
Nos van quedando horas en esta preciosa ciudad y nos vamos andando bordeando el rio hacia la parte de la ciudad vieja. Pasear por estas calles es una gozada. Haciendo balance hemos visto todo lo que teníamos planeado ver y no nos hemos dejado nada en el tintero.
Un último vistazo a la plaza vieja ,nos da pena dejar atrás esta imagen. Nos vamos a tomar un chocolate caliente en un Haagen Dasz hasta que se acerque la hora de anochecer.
Este
viaje va llegando a su fin, y nos queríamos despedir con esta imagen de la
ciudad.
El trípode ha hecho su último servicio y después de esta foto lo dejamos en un contenedor. El pobre ya se le ha cedido una de las patas, y la cámara corre peligro.
Nos
vamos camino del hotel ya que mañana a las 4:30 nos llevan al aeropuerto.
Nuestro vuelo sale a las 7:00 de la mañana.
Hacemos
un arqueo y quemamos nuestros últimas coronas en el súper cercano al hotel, comprando unas cervezas, unos
cruasanes de chocolate para mañana desayunar y una tarrina de helado para mí.
Una
vez en la habitación, tras hacer la maleta y forrar las cervezas con los
calcetines limpios. Dani sospechaba que al tener una escala tan pequeña en el
aeropuerto de París de menos de una hora y con cambio de terminal. Pues que las
maletas iba a ser imposible que las metieran. Dani por si las moscas la ropa
que él consideraba de más valor se la lleva consigo en su mochila de mano.
Después
de esto nos tomamos un KIT-KAT , yo con mi tarrina de helado y Dani con una cerveza antes de
dormir.
Nota:
Dani estaba en lo cierto, llegamos a Bilbao y nos comunican que nuestras maletas
están en Paris y que no han podido meterlas en nuestro avión. Nos dicen que el
vuelo de la tarde llegaran. Pues que le vamos hacer…
Como
nos dijeron a la tarde llegaron las maletas y nos las trajeron a casa. Las
salchichas, cervezas y la botella de Becherozka han llegado en perfecto estado.
Esto quedara en una mera anécdota más de nuestros viajes y nos reiremos de ello
en tertulias venideras.
Con
esto ponemos punto y final a este escapada de Semana Santa.
Se despiden Los Mochilines que ya tienen cerrado el gran viaje de este año que será…
En
el próximo capítulo.